“La ciencia es para el mundo moderno lo que el arte fue para el
antiguo.”
Benjamin Disraeli (1766-1848)
En el siglo VI antes de nuestra era, se formula la doctrina filosófica que habría de marcar toda la historia de occidentes: La doctrina del Ser. Esta doctrina que nace con Parménides y su Escuela de Elea, concibe el universo como una gran sustancia que existe desde siempre y acabado; por esta razón el conocimiento se reduce a la contemplación desinteresada, donde el saber se traduce en la capacidad de ver a través de las ideas. Es un conocer humano en el orden visual de las cosas que se consolida en el ejercicio especulativo (de especulum: espejo, reflejo) y de esta manera se creyó hasta el siglo XIX que el conocimiento humano no era más que un reflejo de la naturaleza, de la realidad.